El ciudadano al conocer y vivir su barrio, va viendo sus problemas e incluso pensando en sus soluciones.

El Presupuesto Participativo es un mecanismo estructurado, en este caso por los municipios, para lograr –organizados por un sistema de asambleas públicas– conocer en forma conjunta los problemas que afectan la calidad de vida de los ciudadanos; y también para que el gobierno se comprometa y realice las soluciones. Se trata de habilitar a la ciudadanía para proponer soluciones y votar proyectos que implican parte del Presupuesto Municipal.

Debemos considerar que la participación sin decisión es sólo acompañamiento, que los problemas concretos se anteponen a los ideológicos, pudiéndose ejecutar el P.P sin partidismos políticos. 

La participación más que una oposición a la Representatividad es una complementariedad; vamos en camino a que nuestros representantes sean eso mismo –representantes–, mediante su participación en los problemas de la población.